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Jarabe de maíz de alta fructuosa: Un mal de muchos.

La globalización ha traído a México muchas sustancias que antes no se utilizaban para preparación de alimentos; sin embargo, ahora son una parte importante de nuestra alimentación. Uno de los principales ejemplos es el jarabe de maíz de alta fructosa, mejor conocido como JMAF por sus siglas.



Desde los años 80`s hasta la actualidad ha incrementado la ingesta de fructosa, ya que es más barato endulzar con éste compuesto que con los que antes se utilizaban como la sacarosa; es por ésta razón que ha ido reemplazando a otros endulzantes nutritivos y ahora representa el 40% del consumo de éstos en todo el mundo.


La fructo…¿qué?

La fructosa es un carbohidrato simple parecido a la glucosa, cuando es metabolizada sus principales productos son glucosa y glucógeno que se almacena en el músculo o en el hígado. Es un endulzante aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA).

Contiene 4 kilocalorías por gramos al igual que la glucosa; sin embargo, tiene más dulzor a diferencia de otros azúcares como la glucosa que tiene 74 y la sacarosa que tiene 100.


Su principal fuente natural son las frutas y la miel; también puede encontrarse en alimentos procesados como refrescos, cereales, panquecitos, hamburguesas, salsa cátsup, mole, mermeladas, jugos y frutas en almíbar. El JMAF es otra de las fuentes, éste puede contener de 55 hasta 95% de fructosa.


El JMAF se extrae del almidón de maíz por medio de un proceso que cambia la dextrosa en fructosa. Actualmente es más utilizado en la industria porque que más estable, barato y endulza más que el azúcar de mesa o sacarosa.



Te cambio la caña por maíz

En los últimos años en México en consumo de azúcar ha caído; no obstante, ha aumentado el consumo de fructosa, que creció a un ritmo de 40% en promedio anual. En el 2003 el azúcar de caña representaba el 93% y el JMAF, 2.9%, pero para el año de 2011 el JMAF alcanzo un 27.3% del mercado.

Actualmente se están fabricando refrescos con 70% de JMAF y solo 30% de azúcar de caña, esto a su vez ha afectado a toda la cadena de la industria de caña en México.


Daños causados por el consumo de la fructosa

El consumo de JMAF tiene fuertes impactos en el metabolismo como hígado graso, aumento de triglicéridos, colesterol, azúcar, ácido úrico en sangre, así como sobrepeso y obesidad; causando a su vez mayor riesgo de padecer enfermedades crónico degenerativas como la diabetes y las enfermedad cardiovasculares.


La razón principal por la que la fructosa causa tantos daños en el organismo, es la forma en la que se metaboliza. Cuando se consume fructosa, se absorbe por medio de unos transportadores llamados GLUT 5, después se transporta al hígado y se oxida favoreciendo así la formación de triglicéridos que causan enfermedades cardiacas. Por otro lado, no estimula la secreción de insulina del páncreas, ni la de leptina, que es la hormona que nos dice que ya estamos satisfechos, por lo que nos incita a seguir comiendo.

A continuación te presentamos algunas consecuencias del consumo del JMAF en productos procesados:

  • Lípidos elevados en sangre

Debido a que la fructosa se brinca un paso importante en el metabolismo, puede ocasionar una sobreproducción de triglicéridos, también se producen más lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) que se acumulan en el hígado y aumentan la resistencia a la insulina, así como el riesgo de infartos expresado en niveles altos de homocisteína en sangre.

  • Diabetes y resistencia a la insulina

Cuando se eleva la fructosa en sangre pueden aumentar las complicaciones relacionadas con la diabetes como retinopatía y neuropatía.

La fructosa también evita la producción de hormonas de equilibrio energético como insulina y leptina, evitando que tengamos la sensación estar satisfechos. Por otro lado, al aumentar las grasas en sangre, aumenta la resistencia a la insulina.

  • Sobrepeso y obesidad

La fructosa inhibe la leptina y con ello la sensación de saciedad, también daña la supresión de grelina (hormona que estimula el hambre adecuadamente), es por esto que estimula el hambre y el consumo de alimentos, el sobrepeso y obesidad.

  • Ácido úrico y presión alta

Aunque no lo creas la fructosa también influye en el ácido úrico como consecuencia de su metabolismo, ocasionando que se eleve en sangre; esto a su vez puede aumentar la presión arterial y el riesgo cardiovascular (por la disfunción endotelial que ocasiona el ácido úrico).

Ahora que ya conoces las razones por las que te recomendamos evitar el jarabe de maíz de alta fructosa, es importante que cuando vayas a consumir algún alimento procesado, checa que no contenga JMAF en sus ingredientes.

Fuente:

1.- Maldonado, L., Zaragoza, J. (2015). Jarabe de maíz alto en fructosa, una revisión sobre su metabolismo y los efectos de un consumo excesivo. Gaceta Hidalguense de Investigación en Salud. 9:9-11.Recuperado de http://s-salud.hidalgo.gob.mx/wp-content/Documentos/gaceta/Gaceta_9.pdf#page=12

2.- Olguín, M.C., Posadas, M.D., Revelant, G.C. et al (2015). Efecto del consumo elevado de fructosa y sacarosa sobre parámetros metabólicos en ratas obesas y diabéticas. Revista Chilena de Nutrición. 2(42):151-55. Recuperado de http://www.scielo.cl/pdf/rchnut/v42n2/art06.pdf

3.- Pérez, E., Serralde, A.E. y Melendez, G. (2007). Efectos benñeficos y deletéreos del consumo de fructosa. Revista de Endocrinología y Nutrición. 2(15):67-74. Recuperado de http://www.medigraphic.com/pdfs/endoc/er-2007/er072b.pdf

4.-Alianza por la salud alimentaria. (2013). Las refresqueras agudizan la situación de cañeros y la salud de los mexicanos. Recuperado de http://alianzasalud.org.mx/2013/10/las-refresqueras-agudizan-la-situacion-de-caneros-y-la-salud-de-los-mexicanos/

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